Análisis Etapa 3: Aventura en África

ETAPA 3.

Bueno arranco con el comentario de la última etapa de Pekín Express. Comencemos con la repesca, ¿A alguien le sorprendió que madre e hija no fueran salvadas por sus compañeros? No creo. No me cansaré de repetirlo, su estrategia ha de esperar más tiempo, esperar a que haya menos concursantes... Nada más llegar no se pueden formas “esos pollos” por un transporte ya que se pagan en cosas como estas. Ahí hicieron de todos menos amigos y de ahí que veamos a Inés y Pedro en carrera una vez más.

El juego de inmunidad fue increíble a nivel visual. Eso de ver los animales y hacer un safari por Kenia tiene que ser la leche. Como prueba en sí me pareció bastante pobre y bastante determinada por el azar. Simplemente con un cambio de Jeep los resultados hubieran sido diferentes. Ambas parejas de hermanos estuvieron muy bien en general durante esta etapa salvo los pequeños problemas de las sevillanas a la hora de buscar alojamiento...

¿Tensión sexual? A las sevillanas parece gustarle los hermanos gallegos, y a Santiago también parece que le gustan las sevillanas. Esto es un círculo vicioso. La verdad que en esa cena, encuentro con los masais, y el posterior masaje a manos de los gallegos en el hotel por haber sido las dos primeras parejas en firmar el libro rojo se vio feeling. ¿Habrá tema aquí? A ver que pasa.


Mónica y Ezequiel sin duda han sido la pareja más polémica de esta etapa, posiblemente también de las anteriores. Primero el ataque de ansiedad de Mónica por un problema pasado con su ojo. El médico descartó daños y lo consideró una simple picadura. La pareja perdió los nervios por verse en medio de la nada añadiendo a eso el problema en el ojo. Esto desmotivó para el resto de carrera a esta pareja, especialmente Mónica. En el resto de etapa mostraron bastante despreocupación por llegar, parándose a desayunar y tomándose la carrera con mucha filosofía. No les importaba ser eliminados.

Las condiciones de la etapa no fueron de las peores, al menos es la impresión que da desde la tele. Salvo por el problema de la inundación del pueblo en el que pararon y por los disturbios y manifestaciones allí ocurridas. También una poco “putada” pareció la subida final para llegar a firmar en el libro rojo y una vez allí emular a Karen Blixen.

Anécdota simpática fue cuando los aventureros decidieron ir a comer a un restaurante y el dueño les proporcionó comida, eso sí, trabajando como camareros y ayudando en cocina. Como se suele decir el que quiera peces que se moje el culo. Así fue, los aventureros pringaron bien y como resultado un feliz y sabroso premio. 

Para dar vida a la carrera se añadió la bomba simulando al menos desde mi punto de vista un poco la tarea de las banderas negras. Cada 20 minutos sonaba y había que parar por 5 minutos. Este tipo de elementos suele provocar situaciones divertidas e incluso disputas. En esta ocasión de lo 2º. A Ezequiel y Mónica parecía no quedarles muy claras las normas y consiguieron que Chimo y Vane sacaran su mala cara. Estos últimos recibieron el recadito por parte de Jota y Freire al final quedando penúltimos y salvándose por los pelos.

Finalmente ganan la etapa las más regulares en esta etapa: Mar y Vanesa. Las hermanas ganan tanto la etapa y su respectivo amuleto como el juego de inmunidad a Chinto y Pablo. Expulsados como se veía venir: Ezequiel y Mónica que dejan la aventura para siempre. No sin antes hacer alardes del sufrimiento vivido y de sus posibilidades de volver a África con comodidades siempre que quieran por tener dinero. La verdad que eso sobraba y me pareció de mal gusto para todos aquellos que queréis/queremos formar parte del Pekín Express. El formato es como es, y todos sabemos a priori a lo que se va. Si no quieres ir no vayas. Ala, incluidos quedáis con Mifua y la otra a la lista negra de concursantes de Pekín Express.

Comentando la siguiente etapa,

Grexpress